lunes, julio 28, 2008

¿Qué es la alabanza?


Una característica que resalta en los grupos de oración de la Renovación Carismática Católica es la alabanza, que nace del corazón como una respuesta al Amor de los Amores. El apóstol nos dice: “Estad siempre alegres, orad sin cesar, en todo dad gracias” (1 Tes. 5,17). “Alégrense en el Señor en todo tiempo” (Fil. 4.4).EL Catecismo de la Iglesia Católica, en el número 2639, dice: “La alabanza es la forma de orar que reconoce de la manera más directa que Dios es Dios. Le canta por El mismo, le da gloria no por lo que hace sino por lo que El es. Participa en la bienaventuranza de los corazones puros que le aman en la fe antes de verle en la Gloria. Mediante ella, el Espíritu se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios (Rom 8, 16), da testimonio del Hijo único en quien somos adoptados y por quien glorificamos al Padre. La alabanza integra las otras formas de oración y las lleva hacia Aquél que es su fuente y su término: "un solo Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas y por el cual somos nosotros" (1a Cor 8,6).Si no alabamos a Dios en la alegría y en la tristeza, en la paz y en el sufrimiento, en la vida y frente a la muerte, jamás seremos los líderes que esta corriente de gracia necesita. Tenemos que alabar porque gloriamos a Dios, no porque nos guste a nosotros.Si no alabamos con el corazón no podremos vivir un Pentecostés en nuestros grupos de oración y en nuestras vidas y por ello, no podremos ser “discípulos misioneros de Jesucristo para que en EL nuestros pueblos tengan vida”. Pero para alabar con el corazón necesariamente tenemos:“Que la palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes, enseñándoles y exhortándoles unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos, himnos y alabanzas espontáneas. Que la gracia ponga en sus corazones un cántico a Dios. Y todo lo que puedan decir o hacer, sea de palabra o de hecho, háganlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de El”. Que la palabra del Señor ilumine siempre la alabanza que sale de nuestra boca, sea agradable a Dios y llene de gozo nuestro corazón. Alabado y glorificado sea el Padre de nuestro Señor Jesús.

Artículo tomado de la Página Oficial de la Renovación Carismática de Chile: http://www.rcc-chile.cl/

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