martes, julio 17, 2007

DONES Y CARISMAS (5ª Parte): El Amor Carismático (Por el P. Alberto Ibañez Padilla S.J.)

EL CARISMA DEL AMOR

La misma división podemos encontrar respecto del amor, es decir el amor como virtud teologoal y como carisma.El amor virtud teologal, llamado también caridad, tiene a Dios por origen y se orienta hacia Él como sumo bien. Con este amor teologal amamos también al prójimo por amor de Dios. Supone la fe, la esperanza y la gracia santificante. Es la culminación de la religión cristiana.
El amor fruto del Espíritu Santo, puede llamarse benevolencia: es un acto virtuoso, sensible, sabroso (Ga 5,22). Las virtudes son hábitos, actitudes permanentes, no siempre sensibles o experimentables. En cambio, los frutos son actos y son experimentables.Pero aquí nos referimos al amor carismático, aunque otros autores no digan nada sobre él. Es una gracia para hacer crecer el Cuerpo de Cristo; para ensamblar a sus miembros, para sembrar unidad. Esa unidad manifiesta que somos discípulos de Cristo y hace que el mundo crea en Él. Tanto para el ministerio de presidir como para servir es importantísimo el carisma del amor. En cierto modo, debería impregnar todos los ministerios.
Hay personas en quienes este carisma está muy desarrollado: irradian unidad en todas partes.San Pablo cuando habla de amor no distingue entre el amor teologal y el carismático, pero nosotros podemos distinguirlos. El amor teologal nunca puede existir junto con el pecado mortal. En cambio, es posible que uno ejercite el carisma del amor aunque esté en pecado, así como puede ocurrir que uno profetice o hable en lenguas estando en pecado, según hemos visto. También uno puede estar en gracia de Dios y no irradiar el carisma que construye la unidad.Este carisma no es simple simpatía ni liderazgo que nuclea sobre uno mismo pero que separa de otros líderes.
Para ahondar en este carisma, conviene meditar estos textos, recordando que no siempre aparece separado de las otras dos formas de amor: Jn. 17,21; 13,35; Hch 2,47; 4,32s; 1Pe 1,22; 3,8s; 4,8-11; 1Co 12,31-14,1; 2Co 6,6; Ef 4,15s; Col 2,2; 1Tes 4,9.
Este amor es carismático porque edifica comunidad: da cohesión neumática, no sólo de organización humana.Pero, además, porque irradia esa unidad más allá del grupo ya formado. El amor entre esos hermanos tiene valor profético: edifica a la Iglesia atrayendo nuevos fieles, como recalca el mismo Jesús.El carisma del amor es la condición que Jesús marca para el triunfo de la evangelización: “Yo en ellos y Tú en Mí, para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que Tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a Mí” (Jn 17,23; cf. 17,21).La más importante responsabilidad que Jesús nos encomienda es que seamos uno, como único cuerpo místico. Unidos no solo en cada comunidad sino entre todas las comunidades y movimientos que nos sentimos animados por el mismo Espíritu.Y esto incluye también a quienes han sido formados en distintas tradiciones cristianas pero que ahora sienten la urgencia de la unidad. Las asambleas entre pentecostales católicos y no católicos o las organizadas por Taizé, muestran que eso es posible.Por ahora hay miles de cenáculos donde los discípulos estamos encerrados esperando el nuevo Pentecostés. Cuando a la voz del Espíritu salgamos, nos sorprenderemos de que somos muchos y de que el Espíritu supera nuestras diferencias, cuando estamos abiertos al amor carismático, interesándonos por todos, descubriendo y valorando lo que nos une.Nuestra oración estará inspirada en el anhelo del Buen Pastor: “Tengo otros ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor” (Jn 10,16).
La crisis de fe y de moral que se experimenta en el mundo cristiano y el desafío musulmán son circunstancias estimulantes para nuestro carisma de amor. Sintiéndonos asediados por tanta oposición, los que queremos ser fieles deseamos afianzar nuestra unidad y olvidar pequeñas discrepancias.Eso lo realizará la Rúaj de Dios.
Oremos unos por otros para que todos podamos recibir este don tan admirable y que puede transformar nuetras vidas y la de los demás.
(Seguimos a la espera de que te animes a realizar tus comentarios...)

4 Comentarios:

Padre, me hiciste emocionar con esta enseñanza!! un abrazo en Jesús y María.

que maravilla ser ovejas de Su Redil..........
El Amor de Jesús presente en cada uno. GRacias por sus reflexiones. Lidia

Estoy agradecida al Señor por haber encontrado una guia para así poder entender y comenzar a ejercitar lo que es este carisma que supongo tengo en mi corazón desde que tengo uso de razón.... Dios y La Virgen le bendigan siempre Padre.

padre cuanto me gustaria que estubira sercas donde yo pudiera desirle todo lo que el sr a echo en mi ya que no cuento con un saserdote carismatico ya que los que tenemos no nos entienden el sr jesus primero me dio don de lenguas y sanasion desde el vientre de mi madre y ultimamente me sano de un tumor adrenal en un rinon bueno el sr me sigue usando todavia me a dado mucho ami y ami familia bueno padre jose luis tengo tantos testimonios de donde soy testigo de que el sr jesus esta vivo dios mio siento tanto amor en mi corason que aveses digo no soy dina de todo lo que me da mi dios pero si soy ija de dios y amada por el devo ser agrasiada por el con los dones que me a dado dios lo vendiga padre joe luis.

Publicar un comentario

Compartir

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More