Allí he predicado sobre la necesidad de un nuevo avivamiento espiritual en cada cristiano y en toda la Iglesia. Avivamiento que comienza con un paso nuevo de conversión a Cristo, a su camino, a sus criterios. Avivamiento que es Gracias del Espíritu Santo y que siempre que lo pedimos lo podemos tener. Los momentos de adoración al Santísimo fueron de hermosas bendiciones.
La Hna. María de la Defensa también predicó con mucho fruto.






Sacerdote Católico residente en la Arquidiócesis de Buenos Aires (Argentina), 34 años de edad, Predicador Itinerante en la espiritualidad de la renovación en el Espíritu Santo. Desde niño conoció y vivió intensamente la experiencia de la espiritualidad renovada y carismática en su parroquia de origen.



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