Durante el Retiro, pudimos alegrarnos de celebrar nuestra fe. Además de las predicaciones y las oraciones, celebramos el sacramanto del Bautismo de una niña de Galápagos junto a su familia. Los hermanos Giaquino y América fueron padrinos de lujo...

La presencia real, sustancial y sacramental de Cristo en la Eucaristía es vital para nuestra fe católica. Hemos constatado en nuetras propias vidas que Jesús, en la Eucaristía sigue Sanando, liberando y bendiciéndonos. Ante Él toda rodilla se dobla y toda lengua confiesa que es Él mismo Cristo Vivo, lo adoramos y proclamamos.

Luego de los días de Misión y Retiro espiritual, es bueno disfrutar de las maravillas de la creación. Pudimos visitar la Isla Floriana y aprovechar un día de descanso, y qué mejor que vivirlo con el mismísimo obispo de Galápagos, Mons. Antonio Valarezo (foto) que quiso acompañarnos. Gracias, Señor, por regalar a la Iglesia pastores así: sencillos, cercanos, amables, amistosos y alentador.
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