ORACIÓN POR LA PATRIA

Argentina, está pasando un momento tremendo. Hoy vemos en las noticias el enfrentamiento de pobres contra pobres, mientras los que más tienen y pueden se rién y no hacen nada por pacificar la situación de tensión llamando al diálogo con los sectores perjudicados. El estilo de gobierno que la actual presidenta y su marido, quien la precedió en ese puesto, no varía mucho de las políticas tiránicas que están sufriendo otros pueblos de América en estos tiempos, como Bolivia y venezuela.

El conflicto entre el gobierno y el campo está en su punto máximo y ya se nota la suba de precios, el desabastecimiento, pero sobre todo el malestar popular (quienes no son de Argentina y quieren saber algo más pueden consultar los diarios online, sabiendo que la situación es compleja y muchos medios de comunicación buscan sacar rédito de estas situaciones, es decir, les paso las direcciones web de los medios más consultados, que no implica que sean las más imparciales: http://www.clarin.com/ , http://www.infobae.com/, http://www.minutouno.com/).

Los invito a orar por la Patria, pero no sólo por Argentina, sino por las necesidades de todos los pueblos.

Esta oración que trascribo abajo fue redactada por la Conferencia Episcopal Argentina en ocasión de otra gran crisis que vivió hace bastante poco nuestro país. Quiera Dios, que nuestros obispos además de dar conferencias de prensa diciendo lo preocupado que están y diciendo palabras que nadie escucha, llamen a todo el Pueblo de Dios a algún acto de fe masivo y valiente para clamar a Dios, que si escucha el la oración de su pueblo sufriente.

Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Nos sentimos heridos y agobiados.
Precisamos tu alivio y fortaleza.
Queremos ser nación,
una nación cuya identidad
sea la pasión por la verdad
y el compromiso por el bien común.
Danos la valentía de la libertad
de los hijos de Dios
para amar a todos sin excluir a nadie,
privilegiando a los pobres
y perdonando a los que nos ofenden,
aborreciendo el odio y construyendo la paz.
Concédenos la sabiduría del diálogo
y la alegría de la esperanza que no defrauda.
Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor,
cercanos a María, que desde Luján nos dice:
¡Argentina! ¡Canta y camina!
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Amén.

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