jueves, enero 31, 2008

Distintos modos de Oración

El Catecismo de la Iglesia nos explica en síntesis que el Espíritu Santo que enseña a la Iglesia y le recuerda todo lo que Jesús dijo, la educa también en la vida de oración, suscitando expresiones que renuevan dentro de unas formas permanentes de orar: bendición, petición, intercesión, acción de gracias y alabanza. (CEC 2644)

La Bendición y Adoración
La oracion de bendición es la respuesta del hombre a los dones de Dios: porque Dios bendice, el corazón del hombre puede bendecir a su vez a aquel que es la fuente de toda bendición.La adoración es la primera actitud del hombre que se reconoce criatura ante su Creador. Exalta la grandeza del Señor que nos ha hecho (cf Sal 95,1-6) y la omnipotencia del Salvador que nos libra del mal. Gracias a que Dios le bendice, el hombre en su corazón puede bendecir a su vez a Aquel que es la fuente de toda bendición.

La oración de Petición
Mediante la oración de petición mostramos la conciencia de nuestra relación con Dios: por ser criaturas no somos ni nuestro propio origen, ni dueños de nuestras adversidades, ni nuestro fin último; pero tambien, por ser pecadores, sabemos, como cristianos, que nos apartamos de nuestro Padre. La petición ya es un retorno hacia El. (CEC 2629). La oración de petición, es habitualmente la más espontánea, tiene por objeto el perdón, la búsqueda del reino y cualquier necesidad verdadera.

La oración de Intercesión
La intercesión es una oración de petición que nos conforma muy de cerca con la oración de Jesús. El es el único intercesor ante el Padre en favor de todos los hombres, de los pecadores en particular (cf Rm 8,34; 1 Jn 2,1; 1Tm 2,5-8). Es capaz de "salvar perfectamente a los que por El se llegan a Dios, ya que está siempre vivo para interceder en su favor" (Hb 7,25). El propio Espíritu Santo "intercede por nosotros... y su intercesión a favor de los santos es según Dios" (Rm 8,26-27) (CEC 2634). La oración de intercesión es una petición en favor de otro, abarcando a todos hasta incluso a los enemigos.

La oración de Acción de Gracias
Toda alegría y toda pena, todo acontecimiento y toda necesidad pueden ser motivo de oración de gracias, la cual, participando de la de Cristo, debe llenar la vida entera: "En todo dad gracias" (1Ts 5,18)La acción de gracias caracteriza la oración de la Iglesia que, al celebrar la eucaristía, manifiesta y se convierte cada vez más en lo que ella es. En efecto, en la obra de salvación, Cristo libera a la creación del pecado y de la muerte para consagrarla de nuevo y devolverla al Padre, para su gloria. La acción de gracias de los miembros del Cuerpo participa de la de su Cabeza.( CEC 2637).

La oración de Alabanza
La oración de alabanza es totalmente desinteresada, se dirige a Dios; canta para El y le da gloria no sólo por lo que ha hecho sino porque El es.El catecismo de la Iglesia nos dice: La Alabanza es la forma de orar que reconoce de la manera más directa que Dios es Dios. Le canta por El mismo, le da gloria no por lo que hace sino por lo que El es. Participa en la bienaventuranza de los corazones puros que le aman en la fe antes de verle en la gloria. Mediante ella, el Espíritu se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios (cf Rm 8,16), da testimonio del Hijo único en que somos adoptados y por quien glorificamos al Padre. La alabanza integra las formas de oración y las lleva hacia Aquel que es su fuente y su Término: "un solo Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas y por el cual somos nosotros" (1 Co 8,6).

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