sábado, octubre 27, 2007

EL COMBATE DE LA ORACIÓN

Les comparto una hermosa síntesis de Catecismo de la Iglesia Católica que nos sumerge en algunos puntos muy importantes para nuestro crecimiento en la vida de oración…que les aproveche mucho.

¿Por qué la oración es un combate? (2725)
La oración es un don de la gracia, pero presupone siempre una respuesta decidida por nuestra parte, pues el que ora combate contra sí mismo, contra el ambiente y, sobre todo, contra el Tentador, que hace todo lo posible para apartarlo de la oración. El combate de la oración es inseparable del progreso en la vida espiritual: se ora como se vive, porque se vive como se ora.

¿Cuáles son las objeciones a la oración? (2726-2728; 2752-2753)
Además de los conceptos erróneos sobre la oración, muchos piensan que no tienen tiempo para orar o que es inútil orar. Quienes oran pueden desalentarse frente a las dificultades o los aparentes fracasos. Para vencer estos obstáculos son necesarias la humildad, la confianza y la perseverancia.

¿Cuáles son las dificultades para la oración? (2729-2733; 2754-2755)
La dificultad habitual para la oración es la distracción, que separa de la atención a Dios, y puede incluso descubrir aquello a lo que realmente estamos apegados. Nuestro corazón debe entonces volverse a Dios con humildad. A menudo la oración se ve dificultada por la sequedad, cuya superación permite adherirse en la fe al Señor incluso sin consuelo sensible. La acedía es una forma de pereza espiritual, debida al relajamiento de la vigilancia y al descuido de la custodia del corazón.

¿Cómo fortalecer nuestra confianza filial? (2734-2741; 2756)
La confianza filial se pone a prueba cuando pensamos que no somos escuchados. Debemos preguntarnos, entonces, si Dios es para nosotros un Padre cuya voluntad deseamos cumplir, o más bien un simple medio para obtener lo que queremos. Si nuestra oración se une a la de Jesús, sabemos que Él nos concede mucho más que este o aquel don, pues recibimos al Espíritu Santo, que transforma nuestro corazón.

Oración y vida cristiana son, por ello, inseparables. “Es posible, incluso en el mercado o en un paseo solitario, hacer una frecuente y fervorosa oración. Sentados en vuestra tienda, comprando o vendiendo, o incluso haciendo la cocina” (San Juan Crisóstomo).

1 Comentarios:

PADRE JOSE LUIS ,SOY DE COMUNIDAD DEL SAGRADO CORAZON DEJESUS DE SANJUSTO, Y ME LLENO DE GOZO CUANDO ME ENTERE QUE HAY PROGAMADA UNA VISITA TUYA AL SANTUARIO , LO ESCUCHE DEL PARROCO , PADRE RICARDO ,ME DIO ALEGRIA POR QUE CUANDO TE PASE EL MAIL DEL PADRE , ESPERE EN EL SEÑOR QUE SE DIERA TU VISITA , BUENO NOS VEMOS CUANDO VENGAS ,MUY BUENO TU blogger , BENDICIONES , SOY SERVIDORA DEL SANTUARIO ME LLAMO CATALINA, QUEDAS EN EL CORAZON DE MAMÁ MARIA

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