Predicando ante 13 mil jóvenes en Chitré, Panama

Panamá era todo una fiesta, en un país con tan sólo 2 millones de personas, cada año, hace ya 30 año, miles de jóvenes se reunen en la ciudad de Chitré para vivir 4 días intensísimos de encuentro con el Señor y los hermanos. Este año, inaugurando el estadio especialemente construído para este evento, se reunió una cantidad record de jóvenes: 13 mil muchachos se dieron cita para este evento que es sin duda la reunión más importante de fieles de todo Panama. En estos años han prediado allí grandes predicadores católicos como Padre Darío Betancourt, Hna. Glenda, Padre Alberto Cutié, Padre Raniero Cantalamesa, Padre Emiliano Tardif, Prado Flores, etc.

Este año he tenido la alegría de ser invitado junto al laico Pacho Bermeo y Padre Said, ambos de Colombia.

La mañana misma del día que comenzaba el Gran Encuentro, visitamos junto al Padre Pablo (organizador del evento) algunas radios amigas y fue hermoso ver como los llamados telefónicos no dejaban de sonas y muchos cientos de personas se comunicaban por mail y mensajes de texto a la radio pidiendo oración, dejando su saludo, etc. Muchos jóvenes que estaban escuchando ya venía en camino por las distintas rutas que unen Chitré con el resto del país...ya se comenzaba a respirar clima de alegría, de hermandad, de esperanza...
13 mil jóvenes, un marco imponente para una obra de Dios aún más maravillosa. Cómo se sentía cuando esos jóvenes cantaban y daban gritos de júbilo por el Señor. Yo sentía realmente que este estadio estaba conmoviéndose por la fe vibrante de estos chicos llenos de vida...

Qué lindo que el Señor siga confirmando el llamado a la predicación itinerante... Me tocó predicar en dos ocasiones. La primera prédica titulada: "Alégrense, hay motivos para esperar, Dios nos ama" y la segunda: "El Espíritu Santo nos hace Testigos de esperanza". Todas las predicaciones estuvieron enmarcadas en la Encíclica del Papa Benedicto XVI "Spe Salvis".

Fue admirable la fortaleza y el entusiasmo de los jóvenes. El día sábado todos asistimos con vestimenta color blanco, para decir públicamente NO a la violencia y SI a la vida.

Antes de cada prediación todos oraban por el predicador, pidiendole a Dios que pusiera palabras de Vida en nuestros labios para que anunciemos con poder su mensaje. Realmente debo testimoniar que cada vez que oraron por mi sentí qu etodo mi ser temblaba como signo de que el Espíritu Santo se apoderaba de mi. Gracias, Señor...

Algo para destacar grandemente es la calidad de los músicos... un Ministerio de música muy preparado, y que han demostrado que se puede seguir creando música para Dios. Que se puede ponerse en oración para que el Señor inspire nuevas letras y nuevas melodías y que no tenemos porqué estar usando música no católica para animar y adorar.

No se cantó ni un sólo canto no católico!! Se creó toda la música especialmente para este Encuentro. Canciones muy buenas, muy ungidas, muy contagiosas, muy juveniles...

Quiera Dios que eso anime a nuestros músicos a poner las barbas en remojo y los corazones en oración, para crear música nueva y ungida para animar las asambleas católicas...porque, dicho sea de paso, muchas veces las canciones protestantes meten sus errores en sus letras y si no tenemos una formación doctrinal seria, cantamos sus ideas sin darnos cuenta, sólo porque nos gustan las melodías y nos parecen ungidas.

Quiero dar Gracias a la organización del Gran Encuentro, a la Comunidad de Hermanas Teresianas, a los jóvenes, seminaristas, a los Señores Obispos y sacerdotes asistentes que me hicieron sentir en casa y estuvieron muy cerca de todos nosotros durante las jornadas y nos expresaron su aliento y alegría.

hay sacerdotes y comunidades que me han invitado a visitarlos nuevamente, Dios mediante, iremos coordinando la posibilidad de volver a predicar por allá pronto.

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