La liturgia del Miércoles de Ceniza dirige a todos los fieles una intensa invitación a la conversión con las palabras del apóstol Pablo: “En nombre de Cristo os suplicamos: ¡reconciliaos con Dios!” (2Co 5,20). La Cuaresma es el tiempo espiritualmente más propicio para acoger esta exhortación, pues es tiempo más intenso de oración, de penitencia y de mayor atención a los hermanos necesitados.
Con el rito de la imposición de la ceniza, nos reconocemos pecadores, invocamos el perdón de Dios, manifestando un sincero deseo de conversión. Comenzamos así un austero camino ascético, que nos llevará al Triduo pascual, corazón del Año Litúrgico.
Según la antigua tradición de la Iglesia, todos los fieles están obligados los viernes de cuaresma a abstenerse de comer carne y a observar el ayuno, a excepción de aquellos que tengan impedimentos por motivos de salud o de edad.
El ayuno tiene un gran valor en la vida de los cristianos, es una exigencia del espíritu para relacionarse mejor con Dios. De hecho, los aspectos exteriores del ayuno, si bien son importantes, no explican totalmente esta práctica. A ellos se les une un sincero deseo de purificación interior, de disponibilidad para obedecer a la voluntad divina y de afectuosa solidaridad hacia los hermanos, en particular los más pobres.
Existe, además, una profunda relación entre el ayuno y la oración. Rezar es ponerse a la escucha de Dios y el ayuno favorece esta apertura del corazón.Mientras entramos en el tiempo de Cuaresma, no podemos dejar de tener en cuenta el actual contexto internacional, en el que siguen agitándose amenazadoras tensiones de guerra. Es necesario por parte de todos una consciente toma de responsabilidad y un esfuerzo común para evitar a la humanidad otros dramáticos conflictos. Por este motivo tenemos que pedir a Dios la conversión del corazón, en el que se arraiga toda forma de mal y todo impulso hacia el pecado; tenemos que rezar y ayunar por la pacífica convivencia entre los pueblos y las naciones.
El Profeta Isaías nos dice: “No levantará espada nación contra nación, ni se ejercitarán más en la guerra” (2,4). Y añade: “Forjarán de sus espadas azadones, y de sus lanzas podaderas” (ibídem). Por encima de los grandes acontecimientos de la historia está la soberana presencia de Dios, que juzga las decisiones de los hombres. Dirigimos nuestro corazón a El, “juez entre las gentes” y “árbitro de pueblos numerosos” (ibídem), para pedir un futuro de justicia y de paz para todos. Este pensamiento nos debe estimular a cada uno de nosotros a continuar en una incesante oración y en un concreto compromiso por construir un mundo en el que el egoísmo deje lugar a la solidaridad y al amor.“Hay mayor felicidad en dar que en recibir” (Hch 20,35), nos recordaba Juan Pablo II en su mensaje para la cuaresma de 2003.
Viéndolo bien, sólo si nos convertimos a esta lógica podemos construir un orden social que no está caracterizado por un precario equilibrio de intereses en conflicto, si no en una justa y solidaria búsqueda del bien común. Los cristianos, como fermento, están llamados a vivir y a difundir un estilo de gratuidad en todo ámbito de la vida, promoviendo de este modo el auténtico desarrollo moral y civil de la sociedad. “Privarse no sólo de lo superfluo, sino también de algo más, para distribuirlo a quien vive en necesidad, contribuye a la negación de sí mismo, sin la cual no hay auténtica práctica de vida cristiana” (Juan Pablo II).
Que la oración y el ayuno se traduzcan en gestos concretos de reconciliación. Desde el ámbito familiar hasta el internacional, que cada cual se sienta y se haga responsable de la construcción de la paz.
Este artículo fue tomado de www.mensajerodesanantonio.com
3 Comentarios:
Muy buen blog padre. Te vengo visitando por la nota que dejaste en el grupo Renovación Carismática y Espíritu Santo. Un abrazo, y cuenta con nuestra oración por tu ministerio. Tu también eres bienvenido al nuestro y a nuestra vida. Un abrazo.
QUE LINDO MENSAJE, GRACIAS. PASAME TU MAIL. PADRE JOSÉ LUIS
bebitacon@gmail.com Un abrazo.
Ah, nuestro blog es http://koinoniaenlinea.blogspot.com. Cuando quieras danos el regalo de pasar por allá y dejarnoslo saber. Un abrazo en Cristo.
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